jueves, 26 de diciembre de 2013

NAVIDAD AÑO 2013



GLORIA A DIOS EN EL CIELO
Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE AMA EL SEÑOR 

  Nace el Niño en un portal él nos trae la paz  
             
El nos trae la Navidad nos trae la Felicidad          
          
 VENID QUE ES HOY
NOCHEBUENA
VENID QUE ES HOY NAVIDAD                 
LOS PASTORES YA VAN CAMINANDO AL PORTAL             
GLORIA A DIOS Y EN LA TIERRA PAZ               
                       
Los ángeles vienen cantando la estrella empieza a brillar                        
y en  la torre las campanas no cesan de tocar               
Gloria a Dios y en la Tierra paz!               
   
María  cuida a su Niño  José prepara el portal                    
los pastores de rodillas adoran al chaval                 

Gloria a Dios y en la Tierra paz!

domingo, 15 de diciembre de 2013

ADVIENTO


DESCUBRENOS LA ALEGRÍA

1.Si hablas por teléfono, hazlo con alegría. La otra persona se dará cuenta que, en tu interior, hay una fuerza poderosa: el optimismo de la fe.
2.Si has de corregir a alguien, hazlo con alegría. Se consigue más con miel que con hiel. Denotará que, Jesús, dirige tus palabras.
3.En tu trabajo procura poner el esfuerzo de la sonrisa. Los que te vean comprenderán que, una fuerza superior, te hace diferente a lo que te rodea.
4.En el sufrimiento no pierdas nunca la esperanza de la fe. Una enfermedad con el peso de la tristeza coloca más peso sobre la debilidad de nuestras personas. Lleva ilusión allá donde exista dolor.
5.Aunque por dentro llores, lleva siempre un buen gesto en tu rostro. Hay muchas personas que se conduelen con las lágrimas de los demás pero, otras, se burlan de ellas.
6.Lleva con gozo y con cintura tu pertenencia a la Iglesia. Manifiesta, con alegría, lo mucho que recibes de ella. ¿Qué no te entienden? ¿Acaso Cristo fue bien acogido en Belén?
7.La alegría debe der ser el lenguaje normal y ordinario de los cristianos. Jesús, en todas circunstancias, buscó el bien de los demás. El júbilo debe de ser el carnet de identidad de una persona que cree y espera a la Navidad.
8.El adviento afina las cuerdas del alma. Prepárate con la Palabra de Dios, con la eucaristía de cada día, con el sacramento de la reconciliación y…por dentro sentirás una especial armonía: la alegría de ser todo/a para Dios.
9.Recuerda aquello de: “Quién ríe el último, ríe mejor”. Muchos, en la Navidad,  se perderán entre las telarañas del consumo, de las luces sin sentido o de los mensajes sensibles pero sin contenido cristiano. Jesús no pretende ser acogido por todos pero sí por algunos. Entre ellos…tú.
10.Jesús crece en el seno de la Virgen y florece en el pesebre de Navidad. Que seas tú, con tus labios, un pregón de lo que está por acontecer: La Navidad es el amor de Dios a la humanidad ¿Lo vas a silenciar o proclamar?

jueves, 28 de noviembre de 2013

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN


Día 8 de Diciembre 2013


"Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc 1, 28). 
Con estas palabras del arcángel Gabriel, nos dirigimos a la Virgen María muchas veces al día. Podemos repetirlas  hoy con ferviente alegría, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, recordando el 8 de diciembre de 1854, cuando el beato Pío IX proclamó este admirable dogma de la fe católica. 

 ¡Cuán grande es el misterio de la Inmaculada Concepción, que nos presenta la liturgia de hoy!
Un misterio que no cesa de atraer la contemplación de los creyentes.
"Llena de gracia",  "κεχαριτωµευη": con este apelativo, según el original griego del evangelio de san Lucas, el ángel se dirige a María. Este es el nombre con el que Dios, a través de su mensajero, quiso calificar a la Virgen. De este modo la pensó y vio desde siempre, ab aeterno.

El Padre la eligió en Cristo antes de la creación del mundo, para que fuera santa e inmaculada ante él por el amor, predestinándola como primicia a la adopción filial por obra de Jesucristo (cf. Ef 1, 4-5). 

 La predestinación de María, como la de cada uno de nosotros, está relacionada con la predestinación del Hijo. Cristo es la "estirpe" que "pisaría la cabeza" de la antigua serpiente, según el libro del Génesis (cf. Gn 3, 15); es el Cordero "sin mancha" (cf. Ex 12, 5; 1 P 1, 19), inmolado para redimir a la humanidad del pecado. 

En previsión de la muerte salvífica de él, María, su Madre, fue preservada del pecado original y de todo otro pecado. En la victoria del nuevo Adán está también la de la nueva Eva, madre de los redimidos. Así, la Inmaculada es signo de esperanza para todos los vivientes, que han vencido a Satanás en virtud de la sangre del Cordero (cf. Ap 12, 11). 

 Contemplamos hoy a la humilde joven de Nazaret, santa e inmaculada ante Dios por el amor (cf. Ef 1, 4), el "amor" que, en su fuente originaria, es Dios mismo, uno y trino. 

El "sí" de la Virgen al anuncio del ángel se sitúa en lo concreto de nuestra condición terrena, como humilde obsequio a la voluntad divina de salvar a la humanidad, no de la historia, sino en la historia. En efecto, preservada inmune de toda mancha de pecado original, la "nueva Eva" se benefició de modo singular de la obra de Cristo como perfectísimo Mediador y Redentor. Ella, la primera redimida por su Hijo, partícipe en plenitud de su santidad, ya es lo que toda la Iglesia desea y espera ser. Es el icono escatológico de la Iglesia. 

En la concepción inmaculada de María la Iglesia ve proyectarse, anticipada en su miembro más noble, la gracia salvadora de la Pascua. 

A ti, Virgen inmaculada, predestinada por Dios sobre toda otra criatura como abogada de gracia y modelo de santidad para su pueblo, te renuevo hoy, de modo especial, la consagración de toda la Iglesia. 

Guía tú a sus hijos en la peregrinación de la fe, haciéndolos cada vez más obedientes y fieles a la palabra de Dios. 

Acompaña tú a todos los cristianos por el camino de la conversión y de la santidad, en la lucha contra el pecado y en la búsqueda de la verdadera belleza, que es siempre huella y reflejo de la Belleza divina. 

Obtén tú, una vez más, paz y salvación para todas las gentes. El Padre eterno, que te escogió para ser la Madre inmaculada del Redentor, renueve también en nuestro tiempo, por medio de ti, las maravillas de su amor misericordioso. Amén.
Homilía de Juan pablo II

Novena a la Inmaculada Concepción

miércoles, 2 de octubre de 2013

SAN FRANCISCO DE ASÍS día 4 de Octubre



Cómo San Francisco compuso
el Cántico del Hermano Sol 
(LP 83)
Dos años antes de su muerte, es decir, en otoño de 1224, estando ya el bienaventurado Francisco muy enfermo y padeciendo, sobre todo, de los ojos, habitaba en San Damián, en una celdilla hecha de esteras. Yacía en este mismo lugar y llevaba más de cincuenta días sin poder soportar de día la luz del sol, ni de noche el resplandor del fuego. Permanecía constantemente a oscuras tanto en la casa como en aquella celdilla. Tenía, además, grandes dolores en los ojos día y noche, de modo que casi no podía descansar ni dormir durante la noche; lo que dañaba mucho y perjudicaba a la enfermedad de sus ojos y sus demás enfermedades. Y lo que era peor: si alguna vez quería descansar o dormir, había tantos ratones en la casa y en la celdilla donde yacía -que estaba hecha de esteras y situada a un lado de la casa-, que con sus correrías encima de él y a su derredor no le dejaban dormir, y hasta en el tiempo de la oración le estorbaban sobremanera.
En esto, cierta noche, considerando el bienaventurado Francisco cuántas tribulaciones padecía, sintió compasión de sí mismo y se dijo:
-- Señor, ven en mi ayuda en mis enfermedades para que pueda soportarlas con paciencia.
De pronto le fue dicho en espíritu:
-- Dime, hermano: si por estas enfermedades y tribulaciones alguien te diera un tesoro tan grande que, en su comparación, consideraras como nada el que toda la tierra se convirtiera en oro; todas las piedras, en piedras preciosas, y toda el agua, en bálsamo; y estas cosas las tuvieras en tan poco como si en realidad fueran sólo pura tierra y piedras y agua materiales, ¿no te alegrarías por tan gran tesoro?
Respondió el bienaventurado Francisco:
-- En verdad, Señor, ése sería un gran tesoro, inefable, muy precioso, muy amable y deseable.
-- Pues bien, hermano -dijo la voz-, regocíjate y alégrate en medio de tus enfermedades y tribulaciones, pues por lo demás has de sentirte tan en paz como si estuvieras ya en mi reino.
Por la mañana al levantarse dijo a sus compañeros:
-- Si el emperador diera un reino entero a uno de sus siervos, ¿no debería alegrarse sobremanera? Y si le diera todo el imperio, ¿no sería todavía mayor el contento?
Y añadió:
-- Pues yo debo rebosar de alegría en mis enfermedades y tribulaciones, encontrar mi consuelo en el Señor y dar rendidas gracias al Padre, a su Hijo único nuestro Señor Jesucristo y al Espíritu Santo, porque Él me ha dado esta gracia y bendición; se ha dignado en su misericordia asegurarme a mí, su pobre e indigno siervo, cuando todavía vivo en carne, la participación de su reino. Por eso, quiero componer para su gloria, para consuelo nuestro y edificación del prójimo una nueva alabanza del Señor por sus criaturas.
Se sentó, se concentró un momento y empezó a decir:
-- Altísimo, omnipotente, buen Señor... Loado seas, mi Señor...
Y compuso para esta alabanza una melodía que enseñó a sus compañeros para que la cantaran. Su corazón se llenó de tanta dulzura y consuelo, que quería mandar a alguien en busca del hermano Pacífico, en el siglo rey de los versos y muy cortesano maestro de cantores, para que, en compañía de algunos hermanos buenos y espirituales, fuera por el mundo predicando y alabando a Dios.
Quería, y es lo que les aconsejaba, que primero alguno de ellos que supiera predicar lo hiciera y que después de la predicación cantaran las Alabanzas del Señor, como verdaderos juglares del Señor. Quería que, concluidas las alabanzas, el predicador dijera al pueblo:
-- Somos juglares del Señor, y la única paga que deseamos de vosotros es que permanezcáis en verdadera penitencia.
Y añadía:
-- ¿Qué son, en efecto, los siervos de Dios sino unos juglares que deben mover los corazones para encaminarlos a las alegrías del espíritu?
Y lo decía en particular de los hermanos menores, que han sido dados al pueblo para su salvación.
A estas alabanzas del Señor, que empiezan por «Altísimo, omnipotente, buen Señor...», les puso el título de Cántico del hermano sol, porque él es la más bella de todas las criaturas y la que más puede asemejarse a Dios.
Florecillas de San Francisco

CÁNTICO DEL HERMANO SOL [Cánt]
o
ALABANZAS DE LAS CRIATURAS

Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.

Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol,
el cual es día, y por el cual nos alumbras.

Y él es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.

Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.

Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.

Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche,
y él es bello y alegre y robusto y fuerte.

Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.

Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y soportan enfermedad y tribulación.

Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,
porque por ti, Altísimo, coronados serán.

Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.

¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!:
bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad,
porque la muerte segunda no les hará mal.


Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.

viernes, 6 de septiembre de 2013

ORACIONES POR LA PAZ


Papa Francisco

El 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, aquí, desde las 19.00 y hasta las 24.00,
nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don
para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia en el mundo.
¡La humanidad tiene necesidad de ver gestos de paz y de escuchar palabras de esperanza y de paz! Pido a todas las Iglesias particulares que, además de vivir este día de ayuno, organicen algún acto litúrgico según esta intención.


A María le pedimos que nos ayude a responder a la violencia, al conflicto y a la guerra,
con la fuerza del diálogo, de la reconciliación y del amor.
Ella es Madre: que Ella nos ayude a encontrar la paz. Todos nosotros somos sus hijos.

Ayúdanos, María, a superar también este momento difícil y a empeñarnos a construir cada día
y en todo ambiente una auténtica cultura del encuentro y de la paz.
María, Reina de la paz,
 ¡Ruega por nosotros!


ORACION

Dios de la Paz,
Concede tu paz a nuestro violento mundo:
paz en los corazones de todos los hombre y mujeres
y paz entre las naciones de la tierra.
Lleva por tu senda del amor a aquellos cuya mentes
 y corazones están nublados por el odio.
Haz que aquellos cuyas vidas fueron salvadas
 vivan de manera que las vidas perdidas
no lo hayan sido en vano.
Confórtanos y consuélanos,
Fortalécenos en la esperanza
y danos la sabiduría y el coraje para trabajar incansablemente por un mundo
en el que la verdadera paz y el amor
reinen entre las naciones y los corazones de todos.
Benedicto XVI 


"Aunque parezca que prevalecen las fuerzas del mal,
quienes creen en Dios saben que el mal y muerte
no tienen la última palabra"
Juna Pablo II

jueves, 15 de agosto de 2013

SANTA BEATRIZ DE SILVA 17 de agosto

 
Espiritualidad de Santa Beatriz 
La espiritualidad antes que teorizada es vivida y de esto sabe mucho Santa Beatriz, porque ella sí que tuvo una experiencia de gracia.
Veamos esto. “Entendemos por experiencia espiritual: la participación consciente integral que la comunicación de Dios y la vida de gracia despiertan en el creyente. En otros términos; la espiritualidad nace del encuentro con Dios.
En éste encuentro, Dios, de alguna manera, se muestra, da a entender algo de sí mismo y dice cómo quiere ser honrado y venerado. La señal de este encuentro es la fascinación que su presencia suscita en nosotros. Por eso podemos observar cómo a todo encuentro con Dios sigue una vocación en cuanto que en ésta se indica la participación plena del sujeto en el misterio divino, una nueva sabiduría y el desarrollo de un amor transformante, elementos que podemos encontrar perfectamente en Santa Beatriz. 
Podemos decir de ella que fue una mujer alcanzada por Dios en la mediación sacramental de la Inmaculada Virgen María. Su experiencia de Dios será la clave para comprender su espiritualidad y esta experiencia está perfectamente descrita en las primeras biografías. 
Podemos hablar de espiritualidad de Santa Beatriz, porque de ella conocemos su experiencia de Dios y la forma concreta en que sirvió al Altísimo.
 
 Su amor a Dios y amor gratuito a los hombres y mujeres de todos los tiempos, amor que hacen presente a través de su oración.
       ____________________________________________
 
“Santa Beatriz, escucha la voz de Dios, atenta a lo que Dios quiere, es conducida por el espíritu a reproducir en si los rasgos de Jesús. Recibe los dones del Señor que son: tener un corazón puro, orar de continuo al Señor, teniendo paciencia en el sufrimiento; huir de las vanidades y de los vicios, teniendo un mismo espíritu con Cristo el Señor.
Para Beatriz, la blanca limpieza de María, fue el ideal de su vida. Mira a María, profundiza en el misterio de la Concepción y el don gratuito que recibe es la decisión de consagrar su vida a honra de la Concepción Inmaculada de María. Pensando como la podía más engrandecer y hacer que otras almas hicieran también esto, pensó, en la fundación de la Orden de la Inmaculada Concepción.
Pablo VI señala que el secreto de la santidad de Beatriz está, en que ella está fascinada por la Inmaculada, dice así: “La blanca limpieza de la Virgen fue su ideal”.
Esta noble Señora, que vivió tantos años con el rostro bellísimo cubierto con un velo, nos permite hoy contemplar su rostro radiante de santidad y de gloria, y nos vuelve a irradiar la idea de la Belleza espiritual, la de la gloria que transfigura la pobre faz humana…
Admiremos, alegrémonos y procuremos que la aureola de Santa Beatriz, difunda también sobre nuestra sociedad rayos de belleza celestial, la belleza de la Virgen”.
                                                                                           (Pablo VI)
Santa Beatriz, deja un mensaje para nuestros días:
Mujer profundamente religiosa, educada en la fe católica y en la devoción mariana e inmaculista, cultivó la vida del espíritu en todas las circunstancias de su vida, dejándose conducir por el Espíritu del Señor.
 
ORACIÓN 
Oh Dios, que hiciste resplandecer a la virgen Santa Beatriz de Silva por su altísima contemplación y la adornaste con una devoción singular para con la Virgen María en el Misterio de su Concepción Inmaculada; concédenos que, a ejemplo suyo, busquemos en la tierra la verdadera sabiduría y lleguemos a contemplar en el cielo tu belleza y tu sublimidad. Por nuestro Señor Jesucristo. Amen
 
Enlace a la novena de Sta. Beatriz de Silva: 


 

sábado, 22 de junio de 2013

VACACIONES DE VERANO


Decálogo para un verano con Cristo

1. Un cristiano, en el verano, no esconde ni guarda su fe como quien deja en el armario el abrigo de invierno. Somos cristianos siempre y, por lo tanto, nuestra comunión con Cristo ha de ser consciente y constante.

2. La vida cristiana no se sostiene solamente en el “ser buenos”. Bondadoso, al cien por cien, sólo Dios. Por ello mismo este tiempo es propicio para no olvidar a Dios y ser rostros vivos de su presencia. Las prisas son enemigas de la caridad sin ruido.

3. Sin oración, un cristiano, es un molino paralizado. Muchos de nuestros fracasos y deserciones se deben a que hemos roto la “línea” telefónica con el Señor. La oración nos hace fuertes, nos clarifica, nos hace reflexionar y llevar a cabo la voluntad del Padre.

4. La Eucaristía (además de obligación moral) es una necesidad física y espiritual. Si ya con ella nos resulta llevar una vida relativamente cristiana, sin ella nos convertimos en marionetas del mundo. Quedamos a merced del único alimento material que el mundo ofrece o que el escaparate efímero nos presenta.

5. En el verano vamos buscando el sol. El culto al cuerpo no puede estar por encima de la adoración a Dios. Él sí que es el único Sol de justicia. Es quien broncea de verdad aquellas entrañas que, sin verlas, sabemos que son importantes para ser solidarios con los demás y amantes de Dios: el corazón y el alma.

6. “Dime lo qué lees y te diré cómo piensas”. ¿Acaso un cristiano no ha de nutrirse con palabras de esperanza? Un buen libro, con criterios cristianos, será garantía de un pensamiento recto, de una conciencia lúcida.

7. La Creación la ha puesto Dios para nuestro deleite. Nuestra tierra está sometida a una constante alteración y degradación fruto de las ansias de disfrute del hombre. Respetemos el entorno donde descansamos y gocemos de tantas cosas buenas que el Señor pone a nuestro alcance. Cuesta siglos repoblar la tierra, horas el incendiarla.

8. La belleza, el arte, la música clásica…nos puede llevar al encuentro y al disfrute personal de Dios. Un santuario es una puerta abierta a la fe. María Virgen es una mano que nos empuja hacia el Señor. La grandiosidad de un templo es un aperitivo de la gloria que nos aguarda en el cielo. ¡Disfruta de la huella que el hombre ha dejado a través del arte y como fruto de su fe!

9. El silencio y la contemplación junto al mar. La escalada de montañas como signo de nuestro esfuerzo por llegar al cielo. Nuestro descanso como antesala de lo que un día desea Dios para cada uno de nosotros…pueden ser reflexiones que nos ayuden a vivir este tiempo estival con sentido cristiano

10. En el valle o en el mar, en la montaña o en una aldea, adentrados en el bosque o perdidos en un desierto. Frente a una catedral o por las calles de una gran ciudad: no olvidemos que somos cristianos. No olvidemos que, Dios, va con nosotros

Jesús de la Heras

domingo, 2 de junio de 2013

SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CORPUS CHRÍSTÍ



OVEJA PERDIDA, VEN
SOBRE MIS HOMBROS, QUE HOY
NO SOLO TU PASTOR SOY,
SINO TU PASTO TAMBIÉN.
 
Por descubrirte mejor
Cuando balabas perdida,
Dejé en un árbol la vida
Donde me subió el amor;
Si prenda quieres mayor,
Mis obras hoy te la den.
 
OVEJA PERDIDA, VEN
SOBRE MIS HOMBROS, QUE HOY
NO SOLO TU PASTOR SOY,
SINO TU PASTO TAMBIÉN.
 
Pasto al fin, hoy tuyo hecho,
¿cuál dará mayor asombro,
O el traerte yo en el hombro
O el traerme tú en el pecho?
Prenda son de amor estrecho
Que aun los más ciegos las ven.
 
OVEJA PERDIDA, VEN
SOBRE MIS HOMBROS, QUE HOY
NO SOLO TU PASTOR SOY,
SINO TU PASTO TAMBIÉN.
Liturgia de las horas

sábado, 25 de mayo de 2013

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Jornada «pro orantibus 2013
 
ORACIÓN
Que te glorifique, Dios nuestro, tu iglesia, al contemplar el misterio de tu sabiduría, con la que has creado y configurado el mundo;
Tú, por medio de Jesucristo, nos has justificado y en tu Espíritu Santo nos has santificado; escucha la oración que hoy te dirige tu pueblo, volviendo su mirada y su corazón hacia los monasterios, por las personas consagradas contemplativas, que, como centinelas de la oración, dedican todo su tiempo únicamente a ti, vigilando día y noche con sus lámparas encendidas.
Concédeles permanecer fieles a su vocación, y haz madurar plenamente el fruto de su consagración monástica, para que tu Iglesia siga recibiendo de ellos incrementos abundantes de fe y caridad.
A ti el honor, la gloria y el poder, a ti la alabanza y la aclamación por los siglos de los siglos. Amén. 
Conferencia Episcopal Española
 
Vida contemplativa en el Año de la fe:
 centinelas de la oración 
El lema de la Jornada de este año es: Centinelas de la oración. La palabra centinela evoca vigilancia. Los centinelas estaban apostados sobre los muros de las ciudades (cf. 2 El salmista suplica al Señor su misericordia y espera en su palabra «más que el centinela la aurora» (Sal 130, 6).
La personas contemplativas vigilan como centinelas día y noche igual que las vírgenes prudentes la llegada del esposo (cf. Mt 25, 1-13) con el aceite de su fe, que enciende la llama de la caridad. Los monjes y monjas son en la Iglesia centinelas de la oración contemplativa para el encuentro con el Esposo Jesucristo, que es lo esencial.
Nuestros monasterios son un oasis de silencio orante y elocuente. Son escuela de oración profunda bajo la acción del Espíritu Santo. Son espacios dedicados a la escucha atenta del Espíritu Santo, fuente perenne de vida, que colma el corazón con la íntima certeza de haber sido fundados para amar, alabar y servir.
Las personas contemplativas como centinelas apuntan siempre a lo fundamental y esencial. Para el hombre moderno, encarcelado en el torbellino de las sensaciones pasajeras, multiplicadas por los mass-media, la presencia de las personas contemplativas silenciosas y vigilantes, entregadas al mundo de las realidades «no visibles» (cf. 2 Cor 4, 18), representan una llamada providencial a vivir la vocación de caminar por los horizontes ilimitados de lo divino.
En esta Jornada «pro orantibus» es justo y necesario que recemos por las personas contemplativas, que volvamos la mirada y el corazón a sus monasterios y pidamos por sus intenciones. Sin duda, sus intenciones van encaminadas a la permanencia en la fidelidad siempre renovada de todos sus miembros en la vocación recibida y al aumento de vocaciones en esta forma de consagración.
Que la santísima Virgen María, primera consagrada al Padre por el Hijo, en el Espíritu Santo, maestra de contemplación y centinela orante que dio a luz al Sol de justicia, Cristo nuestro Salvador, cuide y proteja a todas las personas contemplativas.
¡Feliz Jornada de la vida contemplativa en el Año de la fe!
X VICENTE JIMÉNEZ ZAMORA
Obispo de Santander
Presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada


miércoles, 1 de mayo de 2013

MES DE MAYO 2013


Mes de María - Año de la Fe


 
 
 

OBSEQUIEMOS A LA VIRGEN EN EL MES DE MAYO 
AMABILIDAD
 
 En nuestro mundo necesitamos cortesía: gestos en los que se haga patente la amabilidad; una palabra cordial, un detalle fino, educado, cortés.
¡Cuántas groserías se están considerando signos de modernidad! ¡Cuántas imitaciones, de aquellos que nos presentan como ídolos o arquetipos del mundo actual, no dejan de ser groseros modales!
Un semblante alegre, acogedor y afable nos atrae.
Estos signos de gentileza ayudan a aliviar las penas de aquellos que se sienten tristes, amargados, marginados, solos.
El gran problema del hombre de hoy es la soledad.
Pablo, en la carta a Timoteo, nos exhorta: “A un seguidor del Señor le conviene ser amable con todos”
Reflexión
«Un joven estudiante, que tenía grandes deseos de comprometerse por el bien de la humanidad, se presentó un día a San Francisco de Sales y le dijo:
- ¿Qué debo hacer para conseguir la paz, el bienestar, la alegría y la amabilidad en el mundo?
San Francisco de Sales le respondió sonriendo:
- Procure no hacer tanto ruido al cerrar la puerta...
Las grandes peleas casi siempre provienen de pequeños altercados.
Muchos divorcios empiezan por unos calcetines olvidados bajo la cama. Así mismo, los grandes amores están entretejidos de pequeños detalles.»
 
Bruno FERRERO
                                   
 
Virgen Madre, María. Quisiera tener una voluntad fuerte, para dominar los impulsos y refrenar mi lengua. Quisiera tener palabras para mis semejantes que conforten, animen y estimulen. Quisiera tener una disponibilidad, como la tuya, para ser amable, suave, con todos mis hermanos. Quisiera tener la capacidad de amar a los que viven en discordias y tensiones. Te lo pido con
 humildad y con fe.
Escúchame Madre.
 
 


  
 


sábado, 30 de marzo de 2013

PASCUA DE RESURRECCIÓN


¡Cristo resucitó!...  ¡Aleluya, aleluya! 



 
¡Cristo ha resucitado!
¡Resucitemos con él!
¡Aleluya, aleluya!

Muerte y Vida lucharon, y la muerte fue vencida.
¡Aleluya, aleluya!

Es el grano que muere
para el triunfo de la espiga.
¡Aleluya, aleluya!

Cristo es nuestra esperanza
nuestra paz y nuestra vida.
¡Aleluya, aleluya!

Vivamos vida nueva, el bautismo es nuestra Pascua.
¡Aleluya, aleluya!

¡Cristo ha resucitado!
¡Resucitemos con él!
¡Aleluya, aleluya!

Amén.
Liturgia de las horas