domingo, 30 de diciembre de 2012

FELIZ NOCHE VIEJA Y AÑO NUEVO 2013


Oración de Nochevieja y entrada de Año Nuevo

Señor, ha pasado un año, con su cortejo de actividades, de trabajos, de idas y venidas. Te lo ofrecemos tal como lo hemos vivido y como Tú lo has visto. Míralo con amor y archívalo en los pliegues de tu misericordia.

Te damos gracias, Señor, por los beneficios que hemos recibido a lo largo de este año. Gracias por las noches tranquilas y por las horas inquietas. Gracias por la salud y la enfermedad. Gracias por la sonrisa amable y por la mano amiga…

Queremos confiarte ahora nuestros deseos de gozo y de paz para el año nuevo que va a comenzar. Señor, bendícenos y concédenos caminar por sendas de paz y de justicia.

También queremos pedirte, Señor, por todos los que han muerto y han ido a tu encuentro en este año que termina, por los que se sienten solos y vacíos en medio del ruido y de las luces de esta Nochevieja, por los enfermos y moribundos, y por todos los que sufren en su cuerpo o en su espíritu…

Haz que todos seamos iluminados con tu Verdad y fortalecidos con tu Vida, y que sepamos descubrir, en lo efímero del tiempo, la esperanza gozosa de tu Eternidad.

Amén.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Solemnidad de la Natividad del Señor


¡Venid… adoremos!..

El Padre de las misericordias envió a su Hijo Jesús, que se encarnó en el seno de María y plantó su tienda entre nosotros (Jn 1,14), vistiéndose de nuestra humanidad frágil y menesterosa. Cristo, «siendo rico..., quiso elegir la pobreza en el mundo con la beatísima Virgen, su madre» (Así, con su humildad y pequeñez, ofrece a todos la posibilidad de acercarse a él y de acogerlo.

La tienda que Dios ha plantado, en Cristo, entre nosotros es la tienda de la comunión y de la alianza. A Dios no le gustan las distancias. El Hijo, anhelando buscar al hombre, deja al Padre, se hace uno de nosotros y nos hace «ciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios». Para ello «se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo... hasta someterse incluso a la muerte». El camino que conduce al encuentro con el otro, el camino de la fraternidad, necesita recorrer esas mismas etapas: para ser fiesta del abrazo y de la unidad, es menester que antes sea kénosis, vaciamiento de uno mismo; para ser relación creativa y generadora de vida, ha de pasar antes por la muerte al egoísmo.

Dios viene a nosotros y quiere permanecer entre nosotros. Se hace pan eucarístico para que lo comamos y nos transformemos en Él. Pan de comunión que proviene de la "fracción", del "hacerse a trozos" por nosotros. Y que se renueva diariamente, porque la fraternidad es tarea de cada día.

El deseo de Dios de estar con todos los hombres se realizó de manera ejemplar en María, tienda de la alianza y de la acogida, que dio al Verbo la carne de la humanidad. Francisco exclama con admiración: «Salve, Señora... santa Madre de Dios.

El misterio de la Navidad conlleva el acoger y ofrecer morada al Dios que viene y que quiere ser esperado y recibido por un corazón puro, libre y pobre, enteramente vuelto a Él. Así es como nos dejamos transformar y "divinizar". "Dios se hizo hombre para que el hombre se vuelva semejante a Dios». Esta semejanza con Dios es misión, profecía y compromiso para hacer más humano el mundo en que vivimos.

¡Que el Espíritu Santo caldee nuestros corazones y los transforme en epifanía de la bondad de Dios, nuestro Salvador, y de su amor a todos los hombres!

Ministro General OFM

 

Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

 

Os ha nacido el Salvador...hoy abre tu corazón y recíbele con amor, para que permanezca en ti las bendiciones, la felicidad, la paz y el amor.

 

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!


viernes, 14 de diciembre de 2012

EL SEÑOR VIENE

 
Durante este tiempo de Adviento vamos a esperar al Señor que viene, que está viniendo todos los días en la Palabra, en la Eucaristía, en los hermanos.
 
 
 

 
Llega el Amor, y puedo cerrarle la puerta. Llega mi Dios, y puedo negarle la entrada en mi corazón. Pues del Amor se trata y de mi Dios se habla cuando Jesús el Señor viene.

Pedimos para que llegue el día en que todos los hombres y mujeres del mundo entero puedan vivir en paz, esperanza, confiados ante el futuro.

Año de la Fe
 


jueves, 6 de diciembre de 2012

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

8 de diciemmbre
Año de la Fe
 
Historia.

El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX, promulgó un documento llamado "Ineffabilis Deus" en el que estableció que el alma de María, en el momento en que fue creada e infundida, estaba adornada con la gracia santificante.

Desde entonces, esta es de las verdades que los católicos creemos, aunque a veces, no entendamos. Es lo que se llama Dogma o artículo de fe.

La Virgen María fue "dotada por Dios con dones a la medida de su misión tan importante" (Lumen Gentium). El ángel Gabriel pudo saludar a María como "llena de gracia" porque ella estaba totalmente llena de la Gracia de Dios.

Dios la bendijo con toda clase de bendiciones espirituales, más que a ninguna otra persona creada. Ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo". (LG, n. 53)

La devoción a la Inmaculada Concepción es uno de los aspectos más difundidos de la devoción mariana. Tanto en Europa como en América se adoptó a la Inmaculada Concepción como patrona de muchos lugares.

María tiene un lugar muy especial dentro de la Iglesia por ser la Madre de Jesús. Sólo a Ella Dios le concedió el privilegio de haber sido preservada del pecado original, como un regalo especial para la mujer que sería la Madre de Jesús y madre Nuestra.

Con esto, hay que entender que Dios nos regala también a cada uno de nosotros las gracias necesarias y suficientes para cumplir con la misión que nos ha encomendado y así seguir el camino al Cielo, fieles a su Iglesia Católica.

Podemos aprender que es muy importante para nosotros recibir el Bautismo, que sí nacimos con la mancha del pecado original. Al bautizarnos, recibimos la gracia santificante que borra de nuestra alma el pecado original. Además, nos hacemos hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Al recibir este sacramento, podemos recibir los demás.

Para conservar limpia de pecado nuestra alma podemos acudir al Sacramento de la Confesión y de la Eucaristía, donde encontramos a Dios vivo.

Hay quienes dicen que María fue una mujer como cualquier otra y niegan su Inmaculada Concepción. Dicen que esto no pudo haber sido posible, que todos nacimos con pecado original. En el Catecismo de la Iglesia Católica podemos leer acerca de la Inmaculada Concepción de María en los números 490 al 493.

El alma de María fue preservada de toda mancha del pecado original, desde el momento de su concepción.

María siempre estuvo llena de Dios para poder cumplir con la misión que Dios tenía para Ella.

Con el Sacramento del Bautismo se nos borra el pecado original.

Dios regala a cada uno de nosotros las gracias necesarias y suficientes, para que podamos cumplir con la misión que nos ha encomendado.
Súplicas a María
1. María, modelo de fe, Tú que creíste en la palabra del Ángel, y Dios obró maravillas en Ti, aumenta en nosotros la fe, sin la cual no podemos agradar a Dios, ni salvarnos.
2. María, modelo de esperanza, Tú que esperabas la venida del Redentor, y el cumplimiento de todas las promesas mesiánicas, aumenta en nosotros la esperanza.
3. María, modelo de caridad, Tú que amabas a Dios como ninguna otra criatura le ha amado, y nos amas con amor maternal, aumenta en nosotros la caridad de que tanto necesitamos.
Ruega por nosotros.

sábado, 1 de diciembre de 2012

TIEMPO DE ADVIENTO

 
Son cuatro maravillosas semanas donde nos preparamos para celebrar la esperada Navidad, el nacimiento del Mesías y para que preparemos nuestro camino a la salvación.
 
 
 

 
El Adviento es el tiempo de la presencia y de la espera de lo eterno. Precisamente por esta razón es, de modo particular, el tiempo de la alegría, de una alegría interiorizada, que ningún sufrimiento puede borrar. La alegría por el hecho de que Dios se ha hecho niño. Esta alegría, invisiblemente presente en nosotros, nos anima a caminar confiados. Modelo y sostén de este íntimo gozo es la Virgen María, por medio de la cual nos ha sido dado el Niño Jesús. Que Ella, fiel discípula de su Hijo, nos obtenga la gracia de vivir este tiempo litúrgico vigilantes y diligentes en la espera. Amén. 
 Benedicto XVI

miércoles, 17 de octubre de 2012

AÑO DE LA FE 2012 - 2013

 
 Jesús es el centro de la fe cristiana.
 El cristiano cree en Dios por medio de Jesucristo, que ha revelado su rostro. Él es el cumplimiento de las Escrituras y su intérprete definitivo. Jesucristo no es solamente el objeto de la fe, sino, como dice la carta a los Hebreos, «el que inició y completa nuestra fe» (12,2).
En estos decenios ha aumentado la «desertificación» espiritual. Si ya en tiempos del Concilio se podía saber, por algunas trágicas páginas de la historia, lo que podía significar una vida, un mundo sin Dios, ahora lamentablemente lo vemos cada día a nuestro alrededor. Se ha difundido el vacío. Pero precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este vacío, es cómo podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su importancia vital para nosotros, hombres y mujeres. En el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir; así, en el mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o negativa. Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza. La fe vivida abre el corazón a la Gracia de Dios que libera del pesimismo. Hoy más que nunca evangelizar quiere decir dar testimonio de una vida nueva, trasformada por Dios, y así indicar el camino. La primera lectura nos ha hablado de la sabiduría del viajero (cf. Sir 34,9-13): el viaje es metáfora de la vida, y el viajero sabio es aquel que ha aprendido el arte de vivir y lo comparte con los hermanos, como sucede con los peregrinos a lo largo del Camino de Santiago, o en otros caminos, que no por casualidad se han multiplicado en estos años. ¿Por qué tantas personas sienten hoy la necesidad de hacer estos caminos? ¿No es quizás porque en ellos encuentran, o al menos intuyen, el sentido de nuestro estar en el mundo? Así podemos representar este Año de la fe: como una peregrinación en los desiertos del mundo contemporáneo, llevando consigo solamente lo que es esencial: ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni dos túnicas, como dice el Señor a los apóstoles al enviarlos a la misión (cf. Lc 9,3), sino el evangelio y la fe de la Iglesia, de los que el Concilio Ecuménico Vaticano II son una luminosa expresión, como lo es también el Catecismo de la Iglesia Católica, publicado hace 20 años.
A María Santísima, Madre de Dios. Le confiamos el Año de la fe, La Virgen María brille siempre como estrella en el camino de la nueva evangelización. Que ella nos ayude a poner en práctica la exhortación del apóstol Pablo: «La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente… Todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él» (Col 3,16-17). Amén 
 Papa Benedicto XVI

blogenhonordemarainmaculada: Sagrado Corazón de Jesús

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martes, 2 de octubre de 2012

SAN FRANCISCO DE ASIS

Día 4 de octubre
 
 


Alabado sea el  Señor

 

Te alabo, Señor, por tantas maravillas que me hablan de ti.

Te alabo Señor, por tantas alegrías que me  has hecho sentir.

Te alabo, Señor, por este amanecer que me ha llenado de paz.

Te alabo, Señor, a ti descubro mi libertad.

 

Me has dado Señor, el don de tu llamada que me invita a seguir.

Me has dado, Señor, tu gracia que me inunda y que me empuja a seguir.

Me has dado, Señor, hermanos que trabajan y abren su corazón.

Me has dado, Señor, un ser irrepetible, mi yo.

 

Me pides, Señor, que forje con mis manos un presente feliz.

Me pides, Señor, que viva mi respuesta pronunciando un sí.

Me pides, Señor, mirar hacia delante confiando en tu amor.

Aquí estoy Señor, dispón y haz lo que quieras de mí.

 

Te ofrezco, Señor, las fuerzas que me has dado y la ilusión por vivir.

Te ofrezco, Señor, los triunfos y fracasos, el gozar y el sufrir.

 
Te ofrezco, Señor, el tiempo de esperanza, fruto de tu bondad.


Aquí estoy, Señor, dispón y haz lo que quieras de mí.
 

San Francisco



jueves, 13 de septiembre de 2012

FESTIVIDAD DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

EL ARBOL SANTO DE LA VIDA
 
14 de septiembre
 
 

Nada hay mayor que la Cruz de Cristo
La cruz es la luz. Es la gloria. La cruz es resurrección. Es Jesús de Nazaret. Como escribiera el poeta, nada se ha inventado ni más grande ni más importante que la cruz. Nada salva como la cruz. Nada purifica como la cruz. Nada ilumina como la cruz. Nada sana y limpia como la cruz. Nada acoge y abraza como la cruz. Nada perdona como la cruz. Nada ama como la cruz.
Ecclesia
LA SANTA CRUZ Y LA EUCARISTÍA
 
 
El 14 de septiembre celebramos la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz. La Eucaristía, nos invita a meditar en el profundo e indisoluble vínculo que une la celebración eucarística y el misterio de la cruz. En efecto, toda santa misa actualiza el sacrificio redentor de Cristo. Al Gólgota y a la «hora» de la muerte en la cruz-escribió el amado Juan Pablo II en la encíclica Ecclesia de Eucharistia- «vuelve espiritualmente todo presbítero que celebra la santa misa, junto con la comunidad cristiana que participa en ella» (n. 4).
Por tanto, la Eucaristía es el memorial de todo el misterio pascual: pasión, muerte, descenso a los infiernos, resurrección y ascensión al cielo, y la cruz es la conmovedora manifestación del acto de amor infinito con el que el Hijo de Dios salvó al hombre y al mundo del pecado y de la muerte. Por eso, la señal de la cruz es el gesto fundamental de nuestra oración, de la oración del cristiano. Hacer la señal de la cruz -como haremos ahora con la bendición- es pronunciar un sí visible y público a Aquel que murió por nosotros y resucitó, al Dios que en la humildad y debilidad de su amor es el Todopoderoso, más fuerte que todo el poder y la inteligencia del mundo.
Después de la consagración, la asamblea de los fieles, consciente de estar en la presencia real de Cristo crucificado y resucitado, aclama: «Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!». Con los ojos de la fe la comunidad reconoce a Jesús vivo con los signos de su pasión y, como Tomás, llena de asombro, puede repetir: «¡Señor mío y Dios mío!» (Jn. 20,28). La Eucaristía es misterio de muerte y de gloria como la cruz, que no es un accidente, sino el paso a través del cual Cristo entró en su gloria (cf. Lc 24,26) y reconcilió a la humanidad entera, derrotando toda enemistad. Por eso, la liturgia nos invita a orar con confianza y esperanza: Mane nobiscum, Domine! ¡Quédate con nosotros, Señor, que con tu santa cruz redimiste al mundo!
María, presente en el Calvario junto a la cruz, está también presente, con la Iglesia y como Madre de la Iglesia, en cada una de nuestras celebraciones eucarísticas (cf.Ecclesia de Eucharistia, 57). Por eso, nadie mejor que ella puede enseñarnos a comprender y vivir con fe y amor la santa misa, uniéndonos al sacrificio redentor de Cristo. Cuando recibimos la sagrada comunión también nosotros, como María y unidos a ella, abrazamos el madero que Jesús con su amor transformó en instrumento de salvación, y pronunciamos nuestro«amén», nuestro «sí» al Amor crucificado y resucitado.
Benedicto XVI
 


miércoles, 5 de septiembre de 2012

SANTA MARÍA DE GUADALUPE


 
Día ocho de Septiembre es el día de la
 Comunidad  Extremeña.
La imagen de la Morenita. Atesorada por el pueblo español desde su presentación en el año 580, fue durante el espantoso tiempo de la invasión de los Moros, en el año 711, que la imagen fue escondida para ser salvaguardada. Fue escondida en la provincia de Cáceres con los papeles pertinentes que documentan su historia. Aquellos que protegieron la imagen eventualmente murieron durante la conquista, razón por la cual se mantuvo perdida la imagen por siglos. Milagrosamente fue hallada por un pastor llamado Gil Cordero.
Andaba el pastor varios días buscando una vaca extraviada hasta dar con ella y hallarla muerta. Al tratar de aprovechar la piel y hacerle en el pecho la señal de la cruz el animal se levantó y en ese momento se le apareció la Virgen que le habló, acomendándole la tarea de excavar en aquel mismo lugar para encontrar su imagen y posteriormente edificar una ermita que a la postre se convertiría en Monasterio y Santuario.
Actualmente para los españoles se venera en el Santuario de
Guadalupe  (Cáceres.)
Pidámosle hoy a nuestra madre, la Virgen de Guadalupe: Que nos acompañe cada día de nuestra vida en nuestros Peregrinar
________________
Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas con los escollos de la tentación, mira a la estrella, llama a María.
Si te agitan las olas de la soberbia, de la ambición o de la envidia, mira a la estrella, llama a María.
Si la ira, la avaricia o la impureza impelen violentamente la nave de tu alma, mira a María.
Si turbado con la memoria de tus pecados, confusa ante la fealdad de tu conciencia, temerosa ante la idea del juicio, comienzas a hundirte en la sima sin fondo de la tristeza o en el abismo de la desesperación, piensa en María.
En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir su ayuda intercesora no te apartes tú de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en ella piensas.
Si ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás sí es tu guía; llegarás felizmente al puerto si Ella te ampara
San Bernardo
ORACIÓN
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén.

jueves, 16 de agosto de 2012

SANTA BEATRIZ DE SILVA

17 de agosto

                                                           


ESPIRITULIDAD DE SANNTA BEATRIZ DE SILVA
SEGÚN LA “POSITIO”

La espiritualidad antes que teorizada es vivida y de esto sabe mucho Santa Beatriz, porque ella sí que tuvo una experiencia de gracia. Veamos esto. Dice nuestro autor: “Entendemos por experiencia espiritual: la participación consciente integral que la comunicación de Dios y la vida de gracia despiertan en el creyente. En otros términos; la espiritualidad nace del encuentro con Dios. En éste encuentro, Dios, de alguna manera, se muestra, da a entender algo de sí mismo y dice cómo quiere ser honrado y venerado. La señal de este encuentro es la fascinación que su presencia suscita en nosotros. Por eso podemos observar cómo a todo encuentro con Dios sigue una vocación en cuanto que en ésta se indica la participación plena del sujeto en el misterio divino, una nueva sabiduría y el desarrollo de un amor transformante, elementos que podemos encontrar perfectamente en Santa Beatriz. No hay un tratado sistemático de espiritualidad pero sí podemos decir de ella que fue una mujer alcanzada por Dios en la mediación sacramental de la Inmaculada Virgen María. Su experiencia de Dios será la clave para comprender su espiritualidad y esta experiencia está perfectamente descrita en las primeras biografías. Por tanto, podemos hablar de espiritualidad de Santa Beatriz, porque de ella sí conocemos su experiencia de Dios y la forma concreta en que sirvió al Altísimo.
Nuestra lectura puede ser la siguiente, el hecho de velar su rostro responde a diversos motivos: a “una devoción”, al consejo evangélico de evitar el escándalo o a simple mortificación. Sea lo que fuere, el sentido parece que ha de deducirse de lo que sucede al retirar el velo. Pues propiamente asistimos a una revelación. Su rostro resplandecía con “resplandor como de persona que ya gozaba de la visión de Dios”. Es el valor simbólico de la estrella que se marcó en su frente y que se ha convertido en un signo de identidad de la iconografía de Santa Beatriz.
En la tradición monástica tomar el velo significa separarse del mundo, pero también separar el mundo de la intimidad en la que entramos en una vida con Dios. Santa Beatriz dedicó su vida a cultivar las relaciones con el Absoluto hasta ser morada del mismo. Transformada en Él, su rostro irradia su presencia: la luz del Altísimo.
Creo que esto es lo esencial: Santa Beatriz fue una mujer que tuvo una clara, profunda y transformante experiencia de Dios. O dicho con otras palabras: Santa Beatriz, la mujer de rostro velado ahondó en el misterio de Dios y maduró en santidad hasta convertirse en la mujer luz.
Santa Beatriz dedicó su vida a cultivar las relaciones con el Absoluto hasta ser morada del mismo. Transformada en Él, su rostro irradia su presencia: la luz del Altísimo.
Oración
Señor, que concediste a santa Beatriz de Silva un gran amor a la Madre de tu Hijo, te pedimos que, a ejemplo suyo, imitemos las virtudes de la Virgen y seamos introducidos por Ella en las moradas eternas. Por Jesucristo, Tu Hijo, Nuestro Señor. Amén.


lunes, 13 de agosto de 2012

15 de agosto


La Asunción de la Santísima
Virgen al Cielo
 



« Hoy María Virgen subió
a los cielos: alegraos
porque con Cristo reina
para siempre. »


Es el grito de la Liturgia y de la fe cristiana, dos veces milenaria.
La que fue Madre de Dios e Inmaculada desde su Concepción, como convenía, no podía, sufrir la corrupción del sepulcro. Su santa dormición fue un deliquio místico de amor entrañable a su Dios, y enseguida un raudo vuelo de paloma a lo más encumbrado de los cielos, cortejada por los coros angélicos.
Por todos se interesa, como madre e intercesora, la « llena de gracia», la « más bendita de todas las mujeres».
Y el papa Pío XII, cediendo a su personal creencia y filial devoción y respondiendo también al unánime voto de toda la cristiandad, define Dogma de fe cristiana esa Asunción de María a los cielos en su cuerpo y alma, para gloria de tan excelsa Señora y esperanza de sus hijos militantes en la tierra.
Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, ella, al aceptar tu Palabra, con limpio corazón, mereció concebirla en su seno virginal, y al dar a luz a su Hijo, preparó el nacimiento de la Iglesia.
Ella, al recibir junto a la cruz el testamento de su amor divino, tomó como hijos a todos los hombres, nacidos a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo.
Ella, en la espera pentecostal del Espíritu, al unir sus oraciones a las de los discípulos, se convirtió en el modelo de la Iglesia suplicante.
Desde su asunción a los cielos, acompaña con amor materno a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria celeste, hasta la venida gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo.
Escuchar en audio en el enlace siguiente:

viernes, 20 de julio de 2012

TIEMPO DE VERANO


-«Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.» (Mc 6. 30-34)

Meditación

En este tiempo de verano, resuena providente la Palabra. Jesús nos invita, como a sus discípulos, a descansar un poco, a acercarnos a las fuentes tranquilas de la relación de amistad con Él.

El Señor se ofrece, como buen Pastor, a llevarnos bajo su cuidado por los pastizales y librarnos de todas las asechanzas del malo. Por encima de todas las vicisitudes y contrariedades, la promesa divina nos asegura que no quedaremos a merced de los especuladores.

La experiencia de intimidad con Jesús nos da la certeza de que estamos siendo cuidados por su amor, su ternura y delicadeza. Quizá nos hace falta apartarnos del ruido y del bullicio para descubrir dentro de nosotros mismos el silbido amoroso que nos guía y nos atrae hacia el bien.

Puede que algunas mediaciones humanas nos produzcan confusión, y hasta escándalo, pero la promesa del Señor no quedará frustrada. Dios cuida a su pueblo y lo libra de todos sus enemigos.

El creyente confía siempre en el Señor, y llega a descubrir que, a veces, nos conduce por senderos difíciles, y hasta nos permite experimentar la prueba de la crisis y de la tormenta para hacernos testigos de que es Él quien nos acompaña, aun cuando nos sentimos solos, con miedo, y con la zozobra de la inseguridad.

Suelo decir que sabemos los que nos pasa, pero no lo que no nos pasa, porque la Mano providente nos ha liberado del peligro que hemos corrido sin que nos demos cuenta.

Oración

Señor, Tú eres mi Pastor. Y si tuviste entrañas de misericordia ante la multitud hambrienta de pan y de enseñanza – “Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor”-, también vas a tener cuidado de nosotros, aunque no percibamos tu desvelo. No nos dejes perecer en nuestros caminos errados, sino que, como hiciste con la oveja perdida, ven siempre en nuestra búsqueda.

Ángel Moreno

viernes, 15 de junio de 2012

Sagrado Corazón de Jesús

 


NOVENA DE CONFIANZA
AL SAGRADO CORAZÓN

Oh Señor Jesús, a tu Sagrado Corazón yo confío esta intención... Solo mírame, entonces haz conmigo lo que tu Corazón indique. Deja que tu Sagrado Corazón decida...Yo confío en ti... Me abandono en tu Misericordia, Señor Jesús! Ella no me fallará. Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío. Sagrado Corazón de Jesús, creo en tu amor por mí. Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu Reino.

sábado, 9 de junio de 2012

Corpus Christi

ALABADO SEA EL SANTÍSIMO

SACRAMENTO DEL ALTAR


Adoración Eucarística de
Juan Pablo II
Señor Jesús:
Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa como comunión y donación de todo lo que eres.
Aumenta nuestra FE.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y "ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo por nosotros" (Heb. 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo hacia el Padre.
Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro, el principio y el fin de todo.
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus palabras: "Quedaos aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio de amigo y con una presencia de donación.
Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de AMAR y de SERVIR.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre.
Juan Pablo II
ADORACIÓN, HONOR Y ALABANZA A LA SANTÍSIMA TRINIDAD EN EL SACRAMENTO DEL AMOR.